jueves, 1 de octubre de 2015

Sin Lencería – Entre Medias y Bocas (2013)

Una de las cosas importantes cuando se hace lo que sea es tener clara la dirección en la que se va. Aquello, además de simplificar de sobremanera el proceso, hace que el resultado final siempre tenga ese plus que entrega el empoderamiento de saber qué es lo que se quiere hacer, cómo se quiere hacerlo y que determina que la manera en que finalmente se hace sea la apropiada. Aplica a la composición de una sinfonía o a “ENTRE MEDIAS Y BOCAS”, primer demo de esta banda de tres mujeres músicos de Santiago de Chile como lo es SIN LENCERÍA que viene en funcionamiento desde fines de 2011 y que luego de algunos ajustes y cambios en la formación, finalmente se han afianzado finalmente como una banda de punk rock femenino a la medida de Babes in Toyland, Lunachicks y similares referentes. Y si bien la banda tiene una existencia relativamente breve, en ese poco tiempo han sabido canalizar sus energías de una manera clara y decidida y resulta de manifiesto que cuando las tres músicos se cuelgan los instrumentos, saben lo que quieren lograr.

La banda opta por un estilo musical filoso y acelerado en clave de punk rock ruidoso, aunque también con guiños a los noventas y el riot grrrl y ciertas vetas de sonido garaje y en apenas cinco canciones dejan clara tanto su declaración de principios a través de letras directas pero libres tanto de cursilería como de vulgaridad, lo que potencia y amplifica todavía más el mensaje que quiere ser entregado, como su propuesta en lo musical. Las temáticas feministas están presentes a lo largo de todo el trabajo y quedan de manifiesto ya desde la primera canción, “Ándate a la mierda”, una potente bandera erigida desde el orgullo de no ser la cualquiera de nadie para luego mandar al espécimen de turno adonde enfáticamente menciona el título de la canción. Aunque también hay espacio para el amor, y más específicamente sexo, como puede apreciarse en “Revolcarme” donde hay una sincera y directa declaración hacia otra persona, aunque apropiada e inteligentemente desprovista de contenido heteronormativo, dejando el asunto en simple deseo, lo que la hace desmarcarse de canciones que pueden hablar lo mismo evitando así lugares comunes. Punto para la banda por eso. La rabia y la indiferencia también se tocan en “No me importa”, la canción que está más cercana a un punk rock más de manual, casi ramonero, pero que tampoco se desprende de los atavíos noventeros y propios del ya mencionado movimiento riot grrrl. Y no es que eso sea un defecto ya que le da un sabor a trabajo autoral, propio y reconocible, cosa que tratándose de el primer demo de una banda con apenas cinco años no es menor. 

El punto más alto de la placa es “Plástica”, un verdadero estandarte de lucha en contra del machismo, el patriarcado y la cosificación del cuerpo de la mujer, problemas tan vigentes como pasados por alto por muchos a los que esto les conviene que sea así. El ritmo de la canción, más arrastrado y lánguido pero apropiadísimo para la temática, exuda rabia y carga todavía más el aura de la canción que revienta en un coro absolutamente memorable, digno de gritarse a todo pulmón, y que opera igualmente como crítica al estado actual de cosas que beneficia a los hombres, pero también a las mujeres que han sido cómplices de que esto haya terminado así. El único pero, y esto puede ser un tema opinable, es el solo de guitarra disonante que se incorpora hacia el final de la pieza. Por el tipo de música que realiza la banda, algo así resulta coherente, pero en cierta rompe la emotividad del momento. La última canción, “Paco”, tampoco resulta tan convincente por la manera en que es planteada la protesta. Y no es que la canción sea mala, pero habiendo escuchado el resto de la placa queda claro que la banda puede dar mucho más.

En tan sólo once minutos y fracción SIN LENCERÍA muestra sus credenciales y en cierta forma sorprende con una propuesta que de novedoso no tiene nada, ¿qué es novedoso a estas alturas?, pero que sabe ponerle su propio sello autoral a algo que se viene haciendo hace mucho y por mucha gente. Las músicos no son ningunas virtuosas, pero no necesitan serlo ya que la propuesta musical planteada se satisface absolutamente con lo ofrecido y, mención necesaria, las voces de quienes se encargan de cantar no podrían ser más apropiadas para el estilo musical. “ENTRE MEDIAS Y BOCAS” sin duda es un interesante entremés del trabajo de SIN LENCERÍA y deja abierto el apetito para todo lo demás que puedan ofrecer.



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