Las
influencias son algo natural al momento de hacer música y cualquier forma de
arte. Es un hecho que, sobre todo cuando se está comenzando, suelen ser los
referentes el método de inspiración para crear las primeras obras y luego,
ojalá, encontrar un estilo propio. Lo complicado del proceso es que siempre
está el riesgo de dejarse estar demasiado y finalmente terminar sonando como
una copia. Afortunadamente, no es lo que sucede con LOS MAKANA, banda local que
este año lanza su segundo disco “CALLEJONES”, que se autodefinen como una banda
de hard rock con influencias de otros géneros. Y las influencias están y se
nota a lo largo de todo el material. Está todo: puede percibirse a Led
Zeppelin, AC/DC, trazas de glam rock a lo Poison, algo del sonido de La Renga, dejos
a Ugly Kid Joe y sobre todo Guns and Roses, tanto el de “Appetite for
Destruction” como el de “Use your Ilusion”. Sin embargo, la banda suena
empoderada y consigue darle un sello propio a uno de los géneros más referidos
y practicados como lo es el rock puro y duro.
La
placa abre con “Nada nos detiene”, una canción que huele, hiede y hasta apesta
a AC/DC, pero que aún así tiene los suficientes méritos para desmarcarse y
trazar su propio camino. Apropiado inicio, con una letra cargada de entusiasmo
ante la vida cosa que es una tónica en toda la placa, para casi cuarenta
minutos de rock energético y de buena factura, que entretiene, gusta y mantiene
al auditor con ganas de más. Ayuda en esto el que la banda no se amarra a un
único tipo de ritmo, tentación en la que resulta fácil caer cuando se hace este
tipo de música, y las distintas canciones van pasando a distintas velocidades
lo que le agrega una riqueza que sólo hace más atractivo el trabajo. A la ya
mencionada “Nada nos detiene” en clave de rock de manual se suman piezas como
“Dejar de pensar” con un ritmo más saltarín y que recuerda en cierta forma a
The Black Crowes, “Días” que incluso rememora de manera lejana a las cosas más
luminosas del rock de los noventas y con una letra que apunta a la parranda sin
fin, qué cosa más recurrente en el género, o “Que me lleve el tren” que pisa el
acelerador y cierra el material con una pieza ideal para seguir el ritmo con el
pie y que recuerda en cierta forma a clásicos de glitter glam como podría serlo
un “Ballroom Blitz”. Y como no podía faltar, también hay momentos para ponerse
algo más acústicos y melancólicos con canciones como “En el olvido” y “Fin de
mes”, aunque esta última en menor medida. Es esta riqueza de estilos y formas
la que hace “CALLEJONES” un disco que escapa de la monotonía que puede darse si
no se sabe reinventar bien del género.
En
el aspecto técnico el material es impecable. Destaca el nivel de producción
empleado en la grabación y mezcla del disco que hace que suene equilibrado y en
su justo punto, pero también la calidad interpretativa de los músicos. La voz
es agradable y delicada, pero a la vez potente y con la fuerza apropiada, cosa
que contribuye a darle un sello propio a las canciones. Además, destaca el
trabajo de las guitarras que aportan riffs y solos que solo enriquecen el
resultado final. Se trata de un disco bien pensado, correctamente ejecutado y
apropiadamente ordenado ya que mantiene la fuerza de principio a fin, no tiene
puntos muertos y fluye de manera natural.
“CALLEJONES”
es el segundo disco de LOS MAKANA que sucede a “AL HUESO” del año 2013 y no ha
sido sino mejorar el buen trabajo que ya venían mostrando en dicha placa. Se
aprecia una banda afiatada, que se siente cómoda en lo que hace y que ofrece
una proyección favorable para hacerse un nombre entre los variados proyectos
del género que existen en la escena local. “CALLEJONES” es un disco que
cualquier amante del rock debería escuchar y uno al que los no tan asiduos a
dicho estilo podrían acercarse sin temor a salir decepcionados luego de su
escucha.
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