Cambiar
en una banda siempre viene bien, sobre todo cuando hay sobrante y por tanto hay
que saber cuándo sacar grasa. Y esto lo ha leído muy bien la agrupación local
BALA LOKA, que de un auspicioso debut, con su primer disco “ORGULLO, HONOR Y
RESISTENCIA”, pasaron de ser una banda punk con canciones algo extensas, pero
auspiciosas, a ser una banda punk, afiatada, enfocada y con la vista muy bien
puesta en lo que buscaban.
Aquel
disco debut, por allá por el año 2012, sorprendió con épicas piezas de extensa
duración, para el género al menos, y con un correcto uso del lenguaje y
estructuras musicales innovadoras. Ahora, con “LA BALANZA” reafirman su
propuesta desde una perspectiva más madura, aunque con un concepto claro, como son
los acontecimientos ocurridos en Chile desde octubre de 2019. Podría incluso
decirse que es un disco conceptual, aunque la banda consigue sonoridades y
tonos diferentes para cada canción, cosa que, si bien ni obstan al carácter
conceptual del disco, las temáticas son contestes, permiten ver texturas
sonoras disímiles, y no por eso menos interesantes.
La
placa abre con el corte promocional del disco, “Ley”, que es puro punk rock que
define la temática principal del disco. Desde entonces se perciben las influencias
de la banda, muy a la medida de los DISIDENCIA, agrupación europea que sabe
mezclar los juegos de guitarra, un bajo atingente a aquellos jugueteos y una
batería muy técnica. BALA LOKA sabe emular aquella propuesta, pero además
imprimiendo un sello personal, lo que se agradece, ya que “LA BALANZA” no es
ninguna copia, y en cambio, plantea una propuesta musical con sello autoral y
que abre una nueva ventana al punk rock local, influenciado de las referencias
de siempre, pero, como puede pasar en el género si se hace sin cuidado, puede
terminar sonando a cosas que ya se han hecho antes. BALA LOKA sortea el punto
con talento, y reinventándose en su propia propuesta, salen airosos del desafío
de lo que implica un segundo disco. Destacan canciones memorables como “Caras”,
donde el bajo se roba la película desde el comienzo, la rabiosa “No es una
fiesta” y “Sicario”. La propuesta es singular, pero sigue siendo punk rock de aquellos.
BALA
LOKA se podría decir que comenzó un poco al revés. Haciendo canciones de cinco
minutos en un género, el punk, que busca más inmediatez y dos minutos o tres
como mucho en sus canciones. Entre medio hubo un EP y ahora vuelven con “LA
BALANZA”, que es rock directo, breve y al mentón. Qué más punk que eso.