jueves, 4 de junio de 2020

Bala Loka – “La Balanza” (2020)

Cambiar en una banda siempre viene bien, sobre todo cuando hay sobrante y por tanto hay que saber cuándo sacar grasa. Y esto lo ha leído muy bien la agrupación local BALA LOKA, que de un auspicioso debut, con su primer disco “ORGULLO, HONOR Y RESISTENCIA”, pasaron de ser una banda punk con canciones algo extensas, pero auspiciosas, a ser una banda punk, afiatada, enfocada y con la vista muy bien puesta en lo que buscaban.

Aquel disco debut, por allá por el año 2012, sorprendió con épicas piezas de extensa duración, para el género al menos, y con un correcto uso del lenguaje y estructuras musicales innovadoras. Ahora, con “LA BALANZA” reafirman su propuesta desde una perspectiva más madura, aunque con un concepto claro, como son los acontecimientos ocurridos en Chile desde octubre de 2019. Podría incluso decirse que es un disco conceptual, aunque la banda consigue sonoridades y tonos diferentes para cada canción, cosa que, si bien ni obstan al carácter conceptual del disco, las temáticas son contestes, permiten ver texturas sonoras disímiles, y no por eso menos interesantes.

La placa abre con el corte promocional del disco, “Ley”, que es puro punk rock que define la temática principal del disco. Desde entonces se perciben las influencias de la banda, muy a la medida de los DISIDENCIA, agrupación europea que sabe mezclar los juegos de guitarra, un bajo atingente a aquellos jugueteos y una batería muy técnica. BALA LOKA sabe emular aquella propuesta, pero además imprimiendo un sello personal, lo que se agradece, ya que “LA BALANZA” no es ninguna copia, y en cambio, plantea una propuesta musical con sello autoral y que abre una nueva ventana al punk rock local, influenciado de las referencias de siempre, pero, como puede pasar en el género si se hace sin cuidado, puede terminar sonando a cosas que ya se han hecho antes. BALA LOKA sortea el punto con talento, y reinventándose en su propia propuesta, salen airosos del desafío de lo que implica un segundo disco. Destacan canciones memorables como “Caras”, donde el bajo se roba la película desde el comienzo, la rabiosa “No es una fiesta” y “Sicario”. La propuesta es singular, pero sigue siendo punk rock de aquellos.

BALA LOKA se podría decir que comenzó un poco al revés. Haciendo canciones de cinco minutos en un género, el punk, que busca más inmediatez y dos minutos o tres como mucho en sus canciones. Entre medio hubo un EP y ahora vuelven con “LA BALANZA”, que es rock directo, breve y al mentón. Qué más punk que eso.

lunes, 23 de marzo de 2020

Sondei – Metamizol (2019)

“Vamos a necesitar buena música”. La frase se coloca entre comillas para dar contexto al momento en que se realiza esta reseña. El mundo atraviesa por una pandemia en donde un virus ha asolado prácticamente a todo el planeta, contagiando a muchos miles de seres humanos, y por desgracia, también matando a tantos otros miles. Cuando después todo haya pasado y esto no sea más que un recuerdo del que aprender, leer esta introducción será precisamente parte de ese recordatorio: la música nos hace más llevaderos los momentos complejos. Y al repasar este material, eso queda de manifiesto. Porque la escucha de “METAMIZOL” de SONDEI puede hacer que un mal momento sea algo más llevadero, gracias al elegante sonido pop rock acústico, interpretado con una particular sensibilidad, lo que tiñe al material de un aura especial, más que apropiada para situaciones como la que se describe.

Entrando en materia, “METAMIZOL” es el breve debut musical de SONDEI, anteriormente denominado DÍA DE SOL, proyecto solista que también funciona como banda, en propias palabras del músico detrás del mismo, Cristián Arroyo. El cantautor, como se decía, ofrece una propuesta de pop rock acústico y es oriundo de Concepción, algo que se le nota. Primero, porque el material es de una altísima calidad en todo sentido, desde el nivel compositivo hasta la brillante ejecución y producción, ¿qué comerán o respirarán en Concepción que son tan buenos para hacer música?, y porque también resultan visibles las influencias de grandes nombres salidos de aquella ciudad, nombres como LOS BUNKERS y, por supuesto, LOS TRES. Hay un sello autoral propio, cosa notable en un trabajo debut, lo que demuestra que el artista tras la propuesta tiene cierto bagaje musical, pero no puede dejar de sonar como un disco penquista, con todo lo que eso implica, cuestión que solo contribuye a darle mayor valor agregado al trabajo, un orgullo más de la sureña ciudad cuna de una parte importante de la buena música de estos lados en el último tiempo.

Se trata de un trabajo de cinco canciones que inicia con “Los que luchan”, donde ya el influjo Concepción se hace presente. Con una letra denunciando graves injusticias sociales, la canción avanza en una progresión de acordes que recuerda al “Déjate Caer” de LOS TRES y cuando todo parece ir en ese sentido, una guitarra que perfectamente pudo ser de alguno de los hermanos Durán de LOS BUNKERS amalgama las melodías en una canción elegante y con contenido, punto más alto del disco y con pasta de corte promocional. Le sigue “Jony”, una dulce balada que si bien incurre en una estructura de acordes algo trillada, la elegante letra y la pasión de la voz cantante, junto a unos cuidados arreglos, la hacen salir airosa de un trámite que en manos más inexpertas devendría en algo predecible y olvidable. Otro punto alto es “Que no callen tus sueños”, que con una marchosa base rítmica de bajo y batería como soporte, construye elegantes juegos de guitarra acústica hasta llegar a un coro que recuerda a “Que no destrocen tu vida” de LOS PRISIONEROS, aunque con un toque muy autoral y propio. Cierra la placa “Caminar hacia adentro”, una lánguida canción colmada de introspección y nostalgia, con una larga salida instrumental, etérea y cándida, pero también triste y melancólica, apropiado punto de término a un disco que en poco más de diez minutos consigue mostrar las credenciales artísticas del proyecto.

Son tiempos extraños los que corren al momento en que esta reseña es realizada. Porque las sensaciones no son las mejores, y afloran miedos, incertidumbres y angustias por no saber qué es lo que vendrá. Sin embargo, con piezas como “METAMIZOL” de SONDEI se puede llegar a pasar un momento agradable, con letras que de igual manera critican lo que debe ser criticado y ensalzan con belleza lo que vale la pena. Porque siempre hay cosas que valdrán la pena, aunque a momentos parezca que no. Este trabajo es más que recomendado para volver a experimentar eso en días complejos. Como se anunciaba, vamos a necesitar buena música; lo bueno es que sigue habiéndola.

martes, 3 de septiembre de 2019

Almenara – De psicopatologías y dolores (2018)

Se insiste hasta la saciedad en estas líneas en que pertenecer a determinado género musical no es justificación para que se le cierren a un artista o banda las puertas en las narices de antemano o su música sea catalogada de mediocre o de mala calidad. Misma cosa también pasa haciendo el ejercicio inverso y el cultivar determinado estilo no es excusa para sonar desafinado, no trabajar bien las canciones o tocar mal. El punk es un género donde esto pasa mucho, y por desgracia, en ambos sentidos. Pero por fortuna sigue habiendo gente que cree que la premisa tras el DIY es trabajar el triple para hacer las cosas mejor que nadie, y sobre todo, superarse a sí mismos. Es el caso de ALMENARA, banda de hardcore punk oriunda de Valparaíso con una dilatada trayectoria que con su más reciente disco “DE PSICOPATOLOGÍAS Y DOLORES” deja en claro que está en su punto más alto, tanto a nivel compositivo como interpretativo.

Concebido como obra conceptual tomando como temática la salud mental de la alienante vida moderna, y con el sencillo promocional “Disforia”, el breve disco recorre en sus ocho canciones distintas situaciones mentales que pueden aquejar a las personas, acuñadas en sentidas canciones, duras, aceleradas, bien construidas y muy bien ejecutadas gracias a un interesante tándem de dos guitarras y una línea rítmica de bajo y batería que apoyan con fuerza la propuesta musical. Otro punto alto es la voz cantante, que muchas veces en este tipo de música suele flaquear porque hay una sutil pero importante diferencia entre cantar para hardcore y gritar, algo que aquí se hace muy bien porque la voz suena potente y firme, con el fraseo propio del género, pero sin desafinaciones y de manera pareja, siendo el apropiado complemento a todo el arsenal sonoro que viene detrás. Musicalmente el disco es rico y variado, donde pueden notarse las influencias tanto del hardcore neoyorkino como el californiano, todo destilado en un sonido con interesantes vetas autorales, prueba de la ya extensa trayectoria y fiato con que cuenta la banda.

Un punto importante son las letras. Ya se habló de que “DE PSICOPATOLOGÍAS Y DOLORES” es un disco conceptual, y eso ya por sí solo llama la atención porque, con contadas excepciones, no es en este género musical en el que se piensa cuando se habla de obras conceptuales. Sin embargo, sin perder ni lo directo ni lo duro, ALMENARA entrega su mensaje de manera clara, entendida y letrada. No es cualquier cosa que una canción se llame “Disforia”, que se mencionen conceptos como otredad o que se critique la evasión de los problemas. Aquellas no son temáticas tan frecuentes en el punk, o al menos no de una manera tan profunda, y a la vez expuestas con una cotidianeidad y una simpleza que no deja dudas a que es punk rock de manual. Si bien el disco suena muy bien, algo que ya se había visto en otros trabajos de la banda, la propuesta conceptual y las letras destacan en un trabajo bastante singular.

En menos de quince minutos ALMENARA entrega un potente manifiesto de lo duro que se hace vivir en un mundo donde la salud mental es algo que no importa, sobre todo en los sectores más desfavorecidos, y entrega un disco sólido, macizo y directo, con buenas canciones bien armadas, todavía mejor ejecutadas, pero que además funciona como una obra conceptual, con cierta narrativa incluso, que sorprende para bien, prueba de que hacer punk no es sinónimo en caso alguno de un trabajo mal hecho o que no esté a la altura de otros géneros. Más bien es todo lo contrario, y luego de la escucha de “DE PSICOPATOLOGÍAS Y DOLORES” queda hasta la sensación que el mensaje contenido en el disco suena incluso mejor desde un género como el hardcore punk.

jueves, 29 de agosto de 2019

Huaynoman – Multiverso (2017)

Hay discos para hacer distintas cosas. Algunos son ideales para correr los sábados por la mañana o iniciar una rutina de ejercicios.  Otros para hacer el aseo. Otros para actividades más íntimas e incluso algunos para solo no hacer nada. Y si hay una cosa para la que “MULTIVERSO” de la agrupación local HUAYNOMAN resulta perfecto es para caminar en un día primaveral. La cadencia juguetona y alegre de la mayoría de sus canciones invita a sentir la brisa fresca que matiza con el sol y a transitar por sus nueve piezas con ese ejercicio como telón de fondo, porque así mismo es como se percibe la placa. Como un día de primavera.

HUAYNOMAN es una agrupación local formada el año 2012 por músicos de otras bandas, entre ellas SANTO BARRIO, que realizan una propuesta de pop/rock bastante agradable, con ciertas cadencias de jazz y una cuidada ejecución instrumental. Se menciona esto porque resulta ostensible que se trata de músicos experimentados los que integran HUAYNOMAN y es que si bien “MULTIVERSO” es su disco debut, se perciben los años de circo de sus integrantes, cosa que se plasma además en el fiato y la confianza que exhibe la banda al momento de desplegar su propuesta musical, que suena fresca, original y cargada de intención.

La placa abre con “Para empezar” una canción cadenciosa y con ciertas vetas de raigambre mestiza y una letra que llama a dejar atrás el descontento y el hastío, al ritmo de unas marchosas percusiones. Es una apropiada apertura porque deja sentadas las bases de lo que será la escucha que está por venir. Y acertadamente a continuación viene “Cómo será”, single promocional del disco, que suena aterciopelada y rítmica, con un extraordinario solo de guitarra que corona uno de los más altos puntos del trabajo. La placa fluye sin problemas y se hace grata de escuchar, sin aburrir ni incurrir en innecesarias estridencias, permaneciendo en un sonido luminoso y suave, a lo que contribuye el agradable timbre de la voz cantante y las armonías vocales en general. Puntos altos son la hermosa “Flores en tu pelo”, la elegante “Donde tú estás” y “Saqueo”, que tiene un inicio suave y va creciendo hasta una culminación hermosa, siendo otro de los puntos más altos del trabajo.

Como única observación menor se podría inferir cierta necesidad de variación en el sonido a momentos, ya que algunas canciones suenan demasiado parecidas con otras, pero es algo que puede trabajarse y tratándose además de un disco más bien breve, nueve canciones, eso contribuye a darle unidad al trabajo, siendo al final todo un tema de gustos. En todo caso, en absoluto opaca un sólido disco debut, algo no sencillo de conseguir, con un sonido fresco, autoral y grato de una agrupación que ojalá pudiera seguir sacándole partido a su talento, su fiato y su experiencia. Se desconoce si en la mente de los músicos esto fue solo un proyecto pasajero o algo con pretensiones de trascendencia, pero ojalá sea lo segundo, porque resultaría interesante ver que podría salir de la proyección de HUAYNOMAN. Sea lo que fuese, con “MULTIVERSO” la tarea ya la cumplieron con creces y entregaron un extraordinario disco para tener en los audífonos mientras se aplanan calles bajo el sol de un día de primavera.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Obssesion – Ciegos a voluntad (2018)

El segundo trabajo de un artista siempre es importante. Sirve para dejar atrás lo que puede haber sido un debut, sobre todo si fue auspicioso, y permite ir decantando un estilo autoral y propio. Sin embargo, hay ocasiones en que sea por inexperiencia, ansiedad, o un deseo demasiado grande por generar material, a veces se saltan etapas y los resultados no son tan satisfactorios. No tiene nada de malo, es natural en cualquier proceso creativo, siempre se puede volver a empezar y lo más importante es saber volver sobre los propios pasos cuando es necesario. Es esto lo que se percibe en “CIEGOS A VOLUNTAD”, segundo trabajo de OBSSESION, banda con sonidos de fuerte influencia metal, oriunda de Copiapó, que recién el 2017 había presentado su disco debut “ARMAGGEDON”. Y si aquella placa sorprendía con simpleza y frescura, lo exhibido en “CIEGOS A VOLUNTAD” no va tan por este camino.

Es un disco con puntos altos y otros no tanto, de hecho se perciben elementos del primer registro que ahora aparecen mejorados, como por ejemplo la voz cantante, pero el material parece algo plano, perdiéndose buena parte de la frescura que la banda mostrara en su primer material. La placa abre con la canción que da título al disco y desde entonces puede percibirse aquella aura de cierta monotonía, con pasajes musicales demasiado largos y reiterativos, a su vez introducciones muy extensas y todo eso va generando una sensación de estar escuchando lo mismo demasiadas veces. Puede influir en esto que seis de las siete canciones exceden los seis minutos de duración y eso puede estar bien, sobre todo en géneros como el que cultiva la banda, pero si no hay variaciones o algunos quiebres, en particular en el trabajo se extrañan las interacciones entre dos guitarras, es muy posible que el trabajo termine en cierta redundancia.

La placa avanza con “Falsa Rebeldía”, que trata un punto interesante y no tan recurrente, sobre todo en el rock, y “Me asfixio en tu imagen”, que pesada y machacante, recuerda un poco al primer ALICE IN CHAINS y entrega un interesante diálogo de guitarras; es a esto a lo que se apunta con la mención, que cuando OBSSESION se decide a salir del patrón de la nota base y suelta las amarras el resultado es bueno. Sin embargo, ya adentrados en casi quince minutos de material, la sensación de estar ante un disco con pocos matices en cierta manera se ha instalado y lo que viene después no ayuda a quitarla de encima. “Desertor” es de los puntos más altos del disco, tanto por la atingente letra como por la presencia de esos quiebres tan pasados a metal ochentero que enriquecen tanto su primer disco. “Súbditos” también ofrece interacciones interesantes entre las guitarras, pero el tema, lejos del crescendo que se busca, se diluye en, una vez más, la excesiva extensión. “Tu avaricia será en vano” es un interesante cierre, una canción con algunos matices, pero que tampoco alcanza a ser una pieza con distintas secciones musicales. Tal vez reduciendo la extensión, retirando algunos pasajes y simplificando las cosas el resultado habría sido un poco menos agotador. Para entonces, los casi cuarenta minutos de la placa parecen haber sido incluso un poco más.

En este mismo sitio, la reseña a “ARMAGGEDON”, disco debut de OBSSESION, comenzaba con una mención a aquella máxima acuñada por un exponente de la corriente arquitectónica Bauhaus, pero que aplica a prácticamente todo: “Menos es más”. La frescura y la potencia de aquel primer trabajo radicaban en eso. Metal sin grandes florituras técnicas pero que olía a calle. En “CIEGOS A VOLUNTAD” se nota que hay un deseo de evolucionar, pero darle mayor complejidad a las cosas no necesariamente implicará un avance. Porque eso se nota: el sonido es mejor, como se decía, la voz cantante está más trabajada, hay una evolución en las letras y en general la propuesta busca ser más profunda. Sin embargo, el resultado se percibe algo pesado y sobrecargado y en ese afán de avanzar, puede haberse incurrido en algunos excesos. Tal vez haber registrado algunas demos antes de despachar el material final pudo haber ayudado, las decisiones musicales de una banda son algo muy delicado para sus integrantes, pero el asunto es que este segundo disco de OBSSESION no suena mal, pero sin duda pudo haber resultado mejor. Lo bueno es que talento, seriedad y dedicación a la banda no le faltan. Teniendo eso de su lado, es cosa de tiempo para encontrar el camino.

viernes, 26 de octubre de 2018

Exiliados – "Exiliados" (2018)

Comenzar algo nunca es sencillo y el primer paso siempre cuesta. Sin embargo, hay ocasiones en donde sea por el bagaje de los involucrados o por puro talento, el ejercicio resulta bien. Puede que no del todo perfecto, pero funciona. Este es el caso de “EXILIADOS”, el breve EP que es el debut discográfico de EXILIADOS, banda de punk rock oriunda de Melipilla, que en menos de quince minutos, si bien con algunos ripios que se repasarán a continuación, consiguen salir airosos de la dura prueba para todo músico como lo es debutar registrando material.

La breve placa inicia con “La Pichanga”, pieza en la cual queda de inmediato manifiesto la idea musical tras la propuesta: punk rock duro, intenso, pesado, que flirtea con el hardcore e incluso con el metal, con una voz cantante rasposa y áspera, baterías aceleradas, guitarras crujientes y letras directas, aunque con un correcto uso del lenguaje, cosa que se agradece pues ese tópico suele ser una recurrente cojera en otras bandas locales del género. Acá hay discurso claro, aunque elaborado de manera apropiada. Y se dispara contra lo de siempre: la injusticia, la desigualdad, la corrupción y todas esas cosas que por desgracia no pasan nunca de moda porque se mantienen en el tiempo. La placa fluye veloz hasta llegar a “Eruditos”, primer corte promocional, incluso con un videoclip de presencia en YouTube,  y que sin duda es el punto más alto del trabajo. Canción rabiosa y acelerada, con un coro potente y una brillante letra en donde se dispara sin piedad ni filtro contra la estupidez masiva y generalizada que han provocado los smartphones e internet en una masa cada más ignorante, pero a la vez muy empoderada, que ha devenido en este espécimen de hoy en día como lo es el erudito de redes sociales, un completo ignorante pero que se siente muy sabio y entendido en todo. El resultado es una canción brillante, que pega justo donde a algunos más va a dolerle y por lo mismo cumple a cabalidad con la premisa del punk rock: canción corta, memorable y molesta.

El principal problema del disco es que salvo el corte promocional, que sin duda destaca, todo lo que le sigue no difiere mucho de lo que vino antes, aquella canción está  justo en el medio del material, y queda la sensación de que las demás canciones suenan todas entre sí peligrosamente parecidas, casi como si se tratara de las distintas partes de un mismo todo. Y claro, se entiende que en un disco debiese haber cierta identidad entre las canciones que lo conforman, pero en este caso se llega incluso a momentos planos, genéricos y carentes de lo más importante en un músico, y un artista en general: la capacidad de imprimirle un tinte autoral a su trabajo. En ese sentido, las canciones suenan como podría sonar cualquier canción de cualquier banda de punk rock en cualquier parte. Es cierto, el género musical demanda sobre todo simpleza, pero eso no es lo mismo que falta de originalidad o de ideas, THE RAMONES no puede ser más simple y es reconocible en cualquier punto del universo, y en ese sentido EXILIADOS demuestra que está recién comenzando su camino. Un tándem de dos guitarras podría ser un excelente primer paso para darle riqueza musical y variedad al sonido, cabe citar, solo a modo de ejemplo, el trabajo de bandas como SEGISMUNDO TOXICÓMANO o DISIDENCIA, que si bien no hacen exactamente lo que propone EXILIADOS son una buena muestra de lo planteado en el sentido del aprovechamiento de los juegos de guitarra y cómo eso puede hacer progresar las canciones.

Más allá del problema mencionado, que es del todo solucionable, EXILIADOS propone un trabajo honesto y serio, en términos de calidad técnica de sonido el disco es impecable, un debut auspicioso, con un corte promocional brillante y un puñado de canciones que son un buen material de base como punto de partida a encontrar un sonido propio y personal. Comenzar algo nunca es sencillo y el primer paso siempre cuesta, pero si como en este caso está la materia prima, las ganas y la seriedad, todo se hace más llevadero. Lo demás vendrá solo.



miércoles, 1 de agosto de 2018

Mal Intenciona2 – “Demencia cotidiana” (2018)

      Se suele decir en los círculos literarios que el libro más importante en la carrera de  un escritor es el segundo. Esto porque solo ahí podrá demostrarse que el éxito que pudo haber tenido el primero, que permitió que existiera el segundo, no solo fue algo pasajero o derechamente un golpe de suerte. La máxima en realidad aplica al trabajo de cualquier artista en general, pero se difiere un poco de ella porque no es menos cierto que conseguir que un primer trabajo sea no solo innovador y fresco, algo más o menos esperable, sino que además sólido y demuestre bagaje y sustancia es algo tanto o más difícil. Prueba de ello es el sorprendente sonido de “DEMENCIA COTIDIANA”, el disco debut de la banda MAL INTENCIONA2.

       Oriundos de Santiago de Chile, MAL INTENCIONA2 se formó en conversaciones entre cervezas y charlas sobre música y hasta ahí la historia es más o menos la misma que la de cualquier otra banda. Sin embargo, una vez que concluye la escucha de “DEMENCIA COTIDIANA” la sensación es grata; un disco macizo, sólido y variado y con una paleta musical bastante rica, algo que cuesta creer que sea el primer disco de una banda como cualquier otra. Lo que lleva a pensar entonces es que no es una banda como cualquier otra, o puede que sí, solo que se percibe una dedicación y trabajo importantes antes de siquiera pensar en el ejercicio de entrar a grabar un disco a un estudio. Así, en menos de media hora, MAL INTENCIONA2 entrega un paneo bastante amplio de lo que es su propuesta musical, que sin duda califica dentro del punk, pero con algunos matices.

       La placa inicia con “Mal intenciona2”, una energética declaración de principios y que solo abre la muestra de estilos que vendrán a continuación. Porque le suceden piezas de punk rock más marchoso, como “Lagunas mentales”, que describe una situación actual con un guiño al pasado, o “Demencia cotidiana”, primer single promocional del disco, que se tiñe de rockabilly con la apropiada incorporación de una armónica. De hecho, la banda no tiene problema alguno en pasar a un ritmo más rocanrolero y con la mencionada armónica consigue momentos en que nada tienen que envidiarle a leyendas del género como son LOS PEORES DE CHILE, por ejemplo. Aquello puede verse en el mencionado single promocional, en la divertida “Síndrome punk” y sobre todo en “No hay nada good”, brillante y ondera reversión a un clásico del inmortal Chuck Berry, con apropiadas modificaciones a la cultura y realidad local, con un ritmo preciso para ir caminando por la calle. Sin embargo, lo más destacable del disco se aprecia hacia la última parte, cuando las cosas se ponen más oscuras. “Puto sistema” es rabia machacante de bajo y batería aplastando todo lo que se le cruce y una guitarra, con un riff agudísimo, ametrallando lo que quede en pie, algo muy en sintonía con el sonido del disco “TRAGA” de FISKALES AD HOK, “Reacción social” hiede a punk ochentero, con quiebres y redobles de timbales, y “Despierta” comienza con un bajo que parece sacado del “FÁBRICAS MÁGICAS… LÁPIDAS TÉTRICAS” de BBS PARANOICOS. Entre las dos facetas de la banda, cuesta decidir cuál les queda mejor, algo que los mismos músicos son los llamados a definir, pero la diversidad le entrega a la placa una riqueza que hace que no aburra y se deje escuchar bien.

       Por supuesto, no es un trabajo perfecto y algunos ripios, tal vez propios y esperables de un disco debut, existen. La voz cantante a veces pretende sonar empoderada o furiosa y termina solo sonando no del todo bien y además sí se aprecian ciertos lugares comunes, clichés y falta de originalidad en relación a las letras, aunque eso no es pecado solo de esta banda sino un problema que ocurre más veces de lo que se quisiera en el punk actual. Sin embargo, dejando de lado eso, “DEMENCIA COTIDIANA” es un disco grato de escuchar, entretenido, que entrega un mensaje y no se amilana con ser el trabajo debut de una banda. Una que no es como cualquier otra, o puede que sí, solo que se percibe una dedicación y trabajo importantes. Eso ya marca una diferencia.