Se dice que en la carrera de toda banda llega el
momento en que aparece ese disco que redefine el sonido hacia algo diferente, y
si la banda es buena hacia algo más grande y mejor de lo que ya estaban
haciendo. En general, es algo que puede ocurrir en la carrera de cualquier
artista, pero en la música es donde pueden darse los ejemplos más recurrentes.
Es eso lo que ha ocurrido con MIGUELITOS y su “EN LAS CALLES”, disco que
replantea la banda en términos sonoros, haciendo que suene menos como nos tenía
acostumbrados y más como ellos mismos sienten que deben sonar. Tomando un
referente del género musical al que la banda adscribe, se puede hacer un
paralelismo con lo que ocurrió con ATTAQUE 77 y “ÁNGELES CAÍDOS”, placa de 1992
en donde la banda expandió su sonido, tanto en la riqueza de las canciones como
en los instrumentos involucrados en las mismas,
y comenzó a tocar, grabar y comportarse como banda grande. Sin duda un
avance, aunque cabe recordar que no fue algo que en principio le gustó a todo
el mundo.
MIGUELITOS es una banda que hace ya más de diez
años viene forjando un nombre y sus credenciales en el circuito punk rock
local, con ya varios discos bajo el brazo, un DVD en vivo y giras
internacionales. Llegado este punto, ostenta con otros nombres como PUNKORA la
posta como cabezas de cartel de nombres que aún suenan incombustibles, como
FISKALES AD HOK, LOS MISERABLES o BBS PARANOICOS. Sin embargo, y aunque duela
reconocerlo, esas bandas en algún momento van a dejar de tocar. Y ahí estarán
estos nombres para decir presente en su momento. En ese sentido, MIGUELITOS se
anota un par de tantos yendo en esa dirección con “EN LAS CALLES”, precisamente
por superar algo que hasta el momento les había sido característico:
MIGUELITOS, como los conocíamos, eran una incendiaria y reconocible mixtura de
dos partes de punk rock y una de rock stoner. Bueno, en este nuevo material el
rock stoner definitivamente sale de la ecuación. Lo bueno es que se incorporan
otros elementos. Vamos por partes.
“EN LAS CALLES” se trata de un disco macizo y
compacto, dura menos de media hora pero a diferencia de otros discos de punk
rock incluso de mayor duración, el material marca presencia y requiere de su
tiempo para una apropiada escucha. Son doce canciones que transcurren
oscilantes entre un sonido más propio del género primario de la banda, pero con
interesantes alternancias hacia parcelas a momento insospechadas. La primera
sorpresa aparece en la segunda canción, “Dando vueltas”, que inicia con un riff
de guitarra que vislumbra algo que ocurre solo a medias porque una maravillosa
sección de vientos aporta colorido y sabor a un rock and roll de la mejor
factura. Y eso es solo el inicio del viaje propuesto en el disco. Le sigue
“Ramonero”, primer single promocional ya presentado con anterioridad al
lanzamiento de la placa y que anunciaba el nuevo sonido propuesto: rock a la
vena matizado con elementos innovadores, una vez más una sección de vientos. De
ahí en adelante trascurre un disco serio, maduro, sobre todo honesto, que
circula por diversos estilos, ritmos, texturas y tesituras, donde destacan
elementos como la pretensión de himno de “Revolución”, la arrastrada nostalgia
melódica de “Adversidad” y, de sobre manera, la brillante inclusión de ritmos
raperos y hip hop de “Organiza”, que entre el mensaje de la letra y la
brillante adaptación al género invitado hace recordar al Fiskales de mediados
de los noventa con ese inmortal llamado a la unidad de quienes están del mismo
lado como lo es “Con nuestras manos” del recordado disco “TRAGA”.
Volvemos a lo del inicio: tal como pasó con el "ÁNGELES CAÍDOS" en su momento, esto puede que no le
guste a todo el mundo, pero da igual. Desde que no es un disco perfecto, debió
cerrar con “Migra”, una canción inmensa e inmortal de la que no se hará más
comentario para no arruinar la experiencia, o que en algunos versos la
acentuación de las palabras está un poco forzada, pero es que junto con ser
trabajo un trabajo diferente, es uno sobresaliente y que muestra la interesante
capacidad de evolucionar que tiene la banda. Destaca además la gran
interpretación musical y la buena calidad en su registro, pero por sobre todo
eso, la muestra de una banda madura, que deja claro que sabe lo que quiere y que asume
su peso específico y pergaminos, los suficientes como para alterar algo crucial
en un sonido que ya habían logrado hacer reconocible y reinventarlo en algo igualmente
propio e igualmente reconocible. Es poca la gente que puede ostentar eso.
Bandas de punk rock, muchas menos.
Disco íntegro en YouTube