Una
de las cosas que se ha puesto de moda en estos últimos años es hacer folk. Un
género que comenzó más definido en sus términos, pero que con el correr del
tiempo se ha ido combinando y ha estado coqueteando con otros tantos que
finalmente, hoy en día, es difícil definir con exactitud tanto el alcance del
concepto como qué artistas pueden ser incluidos dentro del mismo. En honor a la
simplicidad, por tanto, entenderemos para los alcances del ejercicio que pueden
catalogarse dentro de dicho género musical todos aquellos músicos que
practiquen algún tipo de raíz folclórica de cualquier tipo. En tal caso,
inseparable de su acústica de cuerdas de nylon y cuajada de pegatinas, TROSTRIGO,
músico local oriundo de la ciudad de Rancagua y actualmente radicado en
Argentina, puede incluirse en la lista. Sin embargo, tal como lo incierto y
extendido del concepto de folk, también lo está el catálogo de músicos que de
una u otra forma lo practican. Y ahí es donde es posible comenzar a separar el
trigo de la simple maleza: si bien la música en esencia es simple, anclada
principalmente a guitarra acústica y voz, eso no quiere decir que la simpleza
sea garantía de un resultado apropiado. Visto desde el otro lado, si bien al
folk se le han acoplado elementos del rock, el pop, el indie, sea lo que sea
que signifique hoy en día eso, aquello no quiere decir que necesariamente dichos
elementos aporten a la mezcla. En el caso de TROSTRIGO y este disco del año
2012, ambos supuestos son satisfechos de manera más que apropiada: su voz
característica se funde de manera simbiótica con sus arpegios, y la riqueza de
los arreglos musicales son un aporte de frescura y fuerza a sus sencillas pero
efectivas canciones.
La
placa abre con “Genipsis”, una canción que marca la pauta de lo que será casi
todo el disco: una combinación de acordes o un arpegio de guitarra al que
comienzan a acoplarse otros instrumentos como percusión o teclados y que van
haciendo crecer la canción hasta el clímax en el coro. Así también se da en
piezas como “Tsunami”, “Disparos de Flecha” y la preciosa “Martina”. El disco
fluye ágil y fresco, con los versos sutiles y elegantes, pero sin caer en
cursilerías o provocaciones innecesarias, recurso al que algunos apelan y que
puede ser legítimo, pero que muchas veces no obedece a reales propósitos
artísticos y finalmente terminan en pirotecnia verbal o acrobacias lingüísticas
que poco aportan. Nada de eso puede verse en “AIREALVERSO”, un disco que si
bien enriquece la raíz folk presente en todas las canciones con elementos de
cierta sensibilidad pop, se mantiene como un trabajo íntimo y cálido, algo que
se agradece porque puede parecer simple, pero conseguir esa sensación de
cercanía con el auditor no se consigue sólo rasgueando una guitarra. Se
requiere algo más y TROSTRIGO lo tiene.
Otra
cosa que se agradece de la placa es que exuda un aire juguetón, casi infantil,
que permea todas las canciones. Desde algunos versos, palmas de manos sonando,
la forma de algunos arpegios o algunos particulares samples, como aquellos en “Curvas extranjeras” que a varios puede
recordarles los días frente a la Nintendo, a lo largo de toda la extensión de
“AIREALVERSO” se puede sentir que TROSTRIGO nunca perdió su espíritu de niño,
esa capacidad de soñar, divagar, imaginar y jugar que a muchos, llegada la edad
adulta, se les va secando y termina por hacérseles una costra para finalmente
caérseles. Eso explica el gris de las grandes ciudades y la vida moderna y por
eso es que escuchar un disco como “AIREALVERSO” a la vez gratifica y emociona.
Y no es que el disco sea pura oda al amor o conceptos abstractos, porque desde
esa misma trinchera de niño con su resortera, TROSTRIGO se encarga de dar un
par de palos bien dados en la que se erige como una de los mejores cortes del
disco como lo es “Doleser”, una canción más cercana al pop, con un ritmo para
seguir con la cabeza y donde con frases tan brillantes como simples se burla de
lo adulto, lo que ha de considerarse correcto según nos dicen, aquello a lo que
tenemos que aspirar, con muestras como “Normal temer al que siente/Normal que
crezcan miserias al frente/Alimentarse de muerte/Normal igualar objeto a
mujeres”. Simple, preciso y directo.
Actualmente
TROSTRIGO tiene siete discos publicados, entre discos larga duración y EPs, y
ha logrado mostrar su trabajo en distintas plataformas tanto en Argentina como
en Chile. Desde su primer disco, que data del 2009, venía ya puliendo la
fórmula de su folk con tintes de otros géneros aunque es en este disco,
“AIREALVERSO” donde la fórmula logra cuajar de manera íntegra. De ahí en
adelante, todo fue para mejor. Una invitación a disfrutar tanto sus trabajos
más antiguos como su más nuevo material.
Podrias poner los links a los discos, algunos estan en youtube completo (sea pq el autor decidio compartirlo o pq alguien lo subio)... tb esta portal disc donde se puede escuchar algo del material... saludos!
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